
Unas
personas pasaban cerca de un grupo de rocas en Egipto cuando escucharon
el sonido más triste, un pequeño llanto que parecía pidiendo
ayuda. Cuando esas personas se dieron cuenta de que había un cachorro
atrapado debajo de rocas, de inmediato se acercaron a ayudar.
Un
grupo de rescate local fue llamado e intentaron todo lo que pudieron
para ayudar a liberar al cachorro atrapado. Primero trataron de mover
las rocas, luego meterse entre ellas para ver si así lograban
alcanzarlo, pero nada dio resultado.

Las
rocas eran demasiado pesadas para levantarlas o moverlas y encontrar al
cachorro. Nadie estaba muy seguro de cómo el cachorro se había metido
allí hasta quedar atascado, pero lo que sí estaba claro era que había
estado allí durante bastante tiempo.

Al parecer alguien le había estado proporcionando alimentos durante varias semanas, pero nadie pudo sacarla. Pasaban los días sin mucho progreso, pero los equipos de rescate no lo abandonaron. Ellos sacarían al animal de una manera u otra.

Ellos trabajaron día y noche para liberar al pequeño cachorro.


Así
que pidieron refuerzos, ellos llevaron maquinaria pesada y trabajaron
sin descanso durante una semana para mover las rocas lo suficiente para
que el cachorro pudiera moverse, hasta que finalmente lo sacaron.


Al perro lo nombraron Rock, por supuesto ya se imaginarán por qué.

Todos
los involucrados en el rescate estaban tan abrumados cuando
finalmente vieron al perrito, y después de ser atrapado por tanto
tiempo, Rock parecía también muy contento de verlos.

Después
de ser rescatado, no pasó mucho tiempo para que el pequeño Rock fuera
adoptado, ahora vive con su familia para siempre, y nunca tendrá que
preocuparse de quedar atrapado y solo nunca más.
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