
Estos animales de una “fábrica” de cachorros
nunca habían visto la luz del sol hasta que una pareja se presentó en
la propiedad donde estaban encerrados, en Senatobia, Mississippi
(Estados Unidos), para “comprar” un cachorro, y gracias a eso fueron
salvados.
Resulta
que ellos no pudieron ver mucho de la extensa propiedad, con cinco
graneros y un almacén general, ya que estaba fuera de los límites
permitidos a los visitantes. Los clientes simplemente entregaron su
dinero y se les dio un cachorro.

Pero
este cachorro “contó” su propia historia. Fue llevado directamente al
veterinario, el cual determinó que estaba muy enfermo. La condición en que estaba el cachorro se convirtió en un motivo para una orden de registro.
Los compradores, que en realidad eran miembros encubiertos de un grupo de rescate llamado Animal Rescue Corps (ARC) acompañados de agentes de policía volvieron a esa propiedad.

Recorrieron
por completo el lugar y fue muy desgarrador. Scotlund Haisley, fundador
de ARC dice que había sufrimiento en “todos los rincones de esa
propiedad”.
Habían animales en una casa, en graneros, y aún más en conejeras dispersos por toda la propiedad. Algunos perros estaban encadenados, otros estaban sueltos, había alrededor de 60 pollos, un par de pavos y un burro.

Todos
ellos tenían una cosa en común. “Estos animales estaban sufriendo
mucho”, dice Scotlund. No había un solo animal sano en ese lugar.

En
misiones de este tipo, los trabajadores de ARC usan respiradores de
seguridad, diseñados para protegerlos del hedor de la orina y la
podredumbre en el aire. Los respiradores tienen cartuchos
específicamente diseñados para bloquear el amoniaco en el aire, pero era
completamente inútil en este caso.

“Eso fue tan malo, que penetró nuestro equipo respiratorio”, recuerda Scotlund. “Tuvimos un par de personas vomitando”.

En
esos confines oscuros y húmedos, el suelo parecía moverse, pero era por
la cantidad de gusanos. Los animales estaban infestados de parásitos,
el pelaje enmarañado, quemaduras en la piel, bañados en su propia orina
que parecían haber renunciado a la vida.

“Estos animales habían sucumbido a la muerte”, dice Scotlund. “No había vida en ellos en absoluto”.
Hasta
que fueron liberados y consiguieron su primer contacto con el
sol. “Cuando los llevamos fuera a que respiraran aire fresco y sentir el
sol, honestamente creo que fue la primera vez”, dice Scotlund.
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Lo
más triste es que no todos pudieron salir con vida. “Un puñado de
animales fue llevado a un veterinario de emergencia debido a que se
estaban muriendo”, señala Scotlund. La necropsia en uno de los perros
reveló que la causa de la muerte fue la inanición.
El dueño de la propiedad aún no ha sido identificado porque los cargos aún no se han establecido.
La
mayor parte de los casi 200 animales fueron llevados a un refugio de
emergencia creado específicamente para el rescate. Allí serán
examinados, vacunados y tratados mientras consiguen un verdadero hogar.

Una
vez sean adoptados, esos nuevos hogares y el amor de las familias, les
harán olvidar el calvario que vivieron estos animales y con el tiempo se
desvanecerán esos recuerdos.

Si las
personas siguen comprando animales en las tiendas, en lugar de adoptar
animales de los refugios y centros de rescate, el ciclo continuará y las
“fábricas de cachorros” no terminarán.
Si estás interesado en apadrinar o adoptar a cualquiera de estos animales, ponte en contacto con ARC en su página de Facebook, que será actualizada con más información en los próximos días.
Más información: Animal Rescue Corps | The Dodo
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