Los residentes de un barrio de Fort Worth, Texas se comunicaron con la organización de control animal Fort Worth Animal Control tras
ver a un perro sin hogar con la cabeza atorada en un frasco vagando por
las calle, y afirmaron que éste había permanecido en esa situación
durante los tres últimos días. Afortunadamente, el grupo de rescate
acudió en su ayuda, pero no fue sencillo, ya que el perro que
bautizaron “Pickle” no permitía que se le acercaran demasiado.
Dos
miembros de la organización tuvieron que ingeniárselas para capturarlo y
así poder ayudarlo. Diane Covey, oficial de información pública de la
ciudad dijo a The Dodo:
“Pickle estaba y sigue estando muy asustado, por lo que los oficiales tuvieron que ir sigilosamente a él”.
Finalmente,
lograron capturarlo y retirar el frasco de plástico de su cabeza. Este
frasco era utilizado para contener bolas de queso y fue por eso que
Pickle probablemente se había quedado allí atorado al tratar de lamer
los restos de comida.
Todo
el proceso de rescate duró unos cuantos minutos y una vez libre, lo
llevaron al refugio para brindarle atención veterinaria.
El perro estaba deshidratado, un poco lastimando y muy aterrorizado por todo lo que había sucedido.
La
organización espera que él pueda sentir confianza de las personas
prontamente y se de cuenta de que todos quieren ayudarlo, para que así
encuentre un hogar para siempre.
Diane dijo:
“Él no es agresivo y podemos decir que ama a la gente. Los miembros del personal están pasando un día a la vez con él, todo el mundo ha dicho que estaba traumatizado por el incidente”.
Más información: The Dodo
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