Un juzgado de Oregón determinó el pasado miércoles que una pareja debe cortar quirúrgicamente las cuerdas vocales de sus perros
de pastoreo en un procedimiento conocido como “cordectomía”, después de
una demanda presentada por vecinos molestos por los “ladridos
incesantes” de estos perros.
El
caso comenzó en 2002, cuando Karen Szewc y John Updegraff comenzaron a
criar Mastines Tibetanos, grandes perros esponjosos a menudo empleados
para proteger a las ovejas de los depredadores, en su casa en Rogue
River, Oregón, a unas 150 millas al sur de Eugene.
Debra
y Dale Kerin, una pareja casada, quienes son sus vecinos, rápidamente
se cansaron de los ladridos de los perros. Según ellos, los “perros
ladraban incontrolablemente durante largos períodos de tiempo mientras
los acusados estaban lejos de la residencia”, declaran los documentos
del tribunal.
Tribunal ordena a una pareja cortar las cuerdas vocales de sus perros
En
2004 y 2005, el condado de Jackson citó a Karen por violar una
disposición del código del condado sobre molestias públicas “permitiendo
que dos de sus perros ladraran con frecuencia y de manera continuada”,
según documentos judiciales.
Karen
argumentó que las disposiciones no se aplican a ella porque ella
dirigía una granja en la parcela de 3.4 acres de tierra de la pareja,
que incluye ovejas, cabras y pollos. Y que ese tipo de propiedades
poseen otra reglamentación a la estrictamente urbana.
A
Karen se le pidió que trasladase a los perros a un área donde sus
ladridos “no molestasen”. A pesar de esto, en el 2012 se volvió a
presentar otra demanda alegando que las medidas que se habían tomado
eran insuficientes.
En
ese momento, había al menos seis perros en la propiedad y Karen explicó
que no le parecía una medida justa ya que sus perros se encontraban en
una granja trabajando para cuidar a las ovejas no para molestar a los
vecinos y que en dichos espacios las ordenanzas eran diferentes.
Karen dijo:“La siguiente línea de defensa es un arma. No necesito usar una pistola, si puedo proteger a mis ovejas con perros. Esta es una forma pasiva de proteger el ganado”.
En abril de 2015, un jurado se unió a los Kreins y ordenó a Karen y a su esposo pagarles $238.000 en daños.
El
miércoles un Tribunal de jueces compuesto por Joel Devore, Chris Garret
y Bronson James determinó que había que cortar las cuerdas vocales a
los perros, ya que no les habían impedido ladrar usando otros medios
como collares de choque.
La pareja argumentó nuevamente sin éxito que los perros eran necesarios porque tenían una granja.
La pareja deberá cortar las cuerdas vocales de sus perros
La
cordectomía es un procedimiento quirúrgico en el que partes de los
pliegues vocales de un perro o cuerdas se cortan en un esfuerzo por
reducir el volumen de sus ladridos o, más severamente, para eliminar la
habilidad del perro para ladrar por completo, según American Veterinary Medical Foundation.
El
procedimiento está parcialmente prohibido en seis estados, según
la AVMF. La polémica decisión ha provocado indignación a los
veterinarios, organizaciones de defensa de animales y personas de la
comunidad.
Jeffrey S. Klausner, jefe médico de Banfield Pet Hospital, afirmó al New York Times en 2010 que:
“No es un procedimiento médicamente necesario. Creemos que no es humano exponer a los perros a la cirugía y el dolor. Simplemente pensamos que no debería ser realizado”.
La decisión del miércoles dejó a algunos activistas de los derechos de los animales boquiabiertos y muy enojados.
David Lytle, un portavoz de Oregon Humane Society, dijo a The Oregonian:
FIRMA LA PETICIÓN“Estamos simplemente sorprendidos”.
Una petición se puso en marcha en Change.org para recolectar firmas y detener a toda costa esta injusticia, si deseas ayudar FIRMA AQUÍ.
Más información: The Washington Post
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