Un pequeño delfín murió el pasado fin de semana en una playa de Mojácar
(Almería) tras ser acosado por los bañistas que jugaron, tocaron,
tomaron en brazos y retrataron al animal. Era una cría lactante de
delfín listado, ha confirmado Equinac, la ONG dedicada a atender a las
tortugas marinas y cetáceos que quedan varados en esa zona del litoral
mediterráneo desde hace dos décadas, que no pudo soportar la presión de
verse rodeado por decenas de personas.
El delfín, una hembra, quedó varado en una zona de playa muy concurrida.
"El socorrista perdía los nervios al ver a cientos de personas
abalanzadas sobre el animal, mientras que un chico, finalmente, podía
llegar hasta la cría y apartar a toda la muchedumbre, pero ya era tarde,
solo nos separaban unos minutos hasta poder llegar a ella, que fallecía
al momento", cuenta la ONG en Facebook. "Posiblemente no hubiéramos
conseguido sacarla adelante, pero lo hubiéramos intentado".
Equinac critica "la obsesión por tocar y fotografiar" a unos animales
que son muy sensibles al estrés. "Son muchos los incapaces de sentir
empatía por un ser vivo solo, asustado, muerto de hambre, sin su madre y
aterrorizado. En vuestro egoísmo, lo único que queréis es fotografiarlo
y toquetearlo, aunque el animal sufra".
Los cetáceos no son peces, recuerdan, son mamíferos y respiran aire
atmosférico. "Son animales muy susceptibles al estrés y mueren muy
rápido si se les somete a él”, insisten.
El Partido Contra el Maltrato Animal (PACMA) recuerda que un animal que
queda varado "sufre algún problema que le impide continuar nadando y
pide no devolverlo al agua. "Podemos condenarlo a morir ahogado",
explican. "De la misma forma, al hacerle fotos o manipularlo, los
animales pueden entrar en estado de shock".
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