El groomer, un hombre de mediana edad mujer vestida con una camisa azul, está cepillando un perro que no parece ser disfrutando la experiencia Cuando el perro no se sienta como se le indicó, la mujer lo golpea en la cabeza con el cepillo de aseo; ella tira del chucho más cerca, gritándole que se quede quieto.
Las acciones de la mujer solo amplifican la ansiedad del perro - solo imagina cómo se sentía ese pobre perro después de tal experiencia terrible.
Aunque el metraje ha recibido considerable atención en las redes sociales, el
groomer todavía tiene que revocar su licencia, que yo considero
indignante. No debería haber debate sobre el hecho de que esta mujer debería
nunca más se permita acercarse a las mascotas.
Este cruel groomer necesita rendir cuentas y que le revoquen su licencia tan pronto como posible. En ningún caso se le puede permitir que continúe trabajando en un salón de aseo personal y continúe interactuando con las mascotas del cliente. Además, recientemente me encontré con la noticia de que un estado en Brasil obligará peluqueros para instalar cámaras CCTV en sus salones y permitir que los clientes vean las sesiones ya sea en vivo o grabadas. Creo que esta es una excelente idea que podría reducir drásticamente estos tipos de incidentes abusivos. Creo firmemente que implementar una ley similar en Costa Rica tendría un gran impacto positivo para los animales en este país.
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