Una mujer de Texas fue arrestada por lesiones graves, tras admitir que había convencido a los doctores de que su hijo estaba gravemente enfermo. En los 8 años de vida del pequeño, la madre lo llevó 323 veces a distintos hospitales, y logró que lo operen en trece oportunidades. En su página de Facebook, Bowen compartía fotos de su hijo con “cáncer terminal”, llegando incluso a pedir dinero en páginas de crowdfunding para ayudar en las operaciones médicas de Christopher.
Luego de la detención de la mujer, se supo que los médicos comenzaron a sospechar de Bowen hace ya dos años y que por ello acudieron a los Servicios de Protección Infantil. Finalmente se llegó a la conclusión de que la mujer había falsificado papeles y análisis y que todo era mentira.
Según contó el papá del nene, Ryan Crawford, la mujer decía que su hijo vomitaba violentamente, e incluso llegó a declarar ante el juez que los médicos le habían dicho que no iba a poder caminar y que necesitaría un tubo de alimentación.
Tras detener a la mujer, se analiza si la misma no posee el Síndrome de Münchausen por poderes, una forma de maltrato infantil en la que uno de los padres provoca en el niño síntomas reales o aparentes de una enfermedad. Se trata de un síndrome raro, poco conocido, y aparece cuando la madre hace fingir enfermedades al niño para obtener atención médica. Algunos progenitores llegan a añadir sangre a las muestras de orina o heces, dejan de alimentar al niño o le administran fármacos para que los síntomas parezcan los de la dolencia que quieren simular.
En apariencia, las madre se muestran muy preocupadas y abnegadas, y los niños suelen ser hospitalizados por presentar grupos de síntomas que no encajan mucho en ninguna enfermedad conocida. Los síntomas del niño suelen mejorar en el hospital y siempre empeoran en casa, cuando los médicos no están presentes.
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