Este microbio la devoró por dentro estando viva, empezando por sus piernas. Los médicos no pudieron hacer nada por salvar la vida de la mujer, pues padecía un caso de vibriosis grave.
La vibriosis suele contraerse al comer marisco crudo o poco cocido, especialmente en los meses cálidos (de mayo a octubre), aunque también puede afectar a aquellas personas que exponen una herida en agua salada.
Los síntomas más habituales son diarrea, náusea, fiebre y escalofríos. Normalmente las personas afectadas se recuperan en tres días, pero los casos más graves pueden terminar con la amputación de una extremidad e incluso con la muerte, a veces en uno o dos días después de enfermar.
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