La llegada a Bolivia de empresas chinas,
como contratistas del Gobierno para construir carreteras y plantas
aumentó los riesgos que acechan al jaguar, especie acosada desde siempre
por la caza furtiva.
“La caza ilegal a crecido exponencialmente a partir del 2014, con la
llegada de empresas chinas en Beni, Pando y Santa Cruz. Desde el 2014
hasta el 2016, se decomisaron 380 colmillos de jaguar, lo que equivale a
95 felinos muertos”, según la investigación de El Deber.
Hace poco Mirtha Arce, una senadora de oposición, solicitó
al Gobierno que informe sobre una supuesta masacre de animales
selváticos cerca de donde una empresa china, la Railway Construction
Corporation, construye la carretera entre Riberalta y Rurrenabaque, en
la amazonia boliviana.
Desde abril hasta noviembre de 2016, la dirección general de biodiversidad y áreas protegidas realizaron 11 incautaciones de colmillo de jaguar con destino a china, de esa cantidad 10 estaban relacionados con ciudadanos asiáticos.
A estas afirmaciones se suma la bióloga y especialista en conservación y manejo de vida silvestre Ángela Núñez Quiroz, que lanzó la alarma a los medios extranjeros, asegurando que debido a los crecientes vínculos comerciales entre Bolivia y China llegaron al país un gran número de ciudadanos chinos que fomentan la caza ilegal del jaguar y crean redes de tráfico ilegal.
Las evidencias con las que sustenta su afirmación son el hallazgo de 300 piezas, en 16 envíos, decomisadas por el correo boliviano desde 2014. En todos los casos, los paquetes tenían como destino China y 14 fueron enviados por ciudadanos chinos que trabajan en Bolivia.
También manifestó que la mayoría de los procesos iniciados por la comercialización de pieles o dientes de animales como el jaguar tienen como responsables a ciudadanos chinos que viven en el país y atacan principalmente en Beni.
“Creemos que hay una red que esta operando en el país. Se han
iniciado varios procesos en el país. La mayoría, han sido promovidos por
ciudadanos chinos que están viviendo actualmente en el país”, dijo la
bióloga Ángela Núñez Quiroz el 27 de febrero en Anoticiando.
Núñez añadió que las personas que se dedican a esta actividad ilícita operan incluso en áreas protegidas como el Madidi y que el destino de estas piezas sería principalmente China.
¿Qué hacen los ciudadanos chinos con esos colmillos o pieles?
Los jaguares son usados principalmente para ornamentación y como afrodisiacos.
“Se pudo ver en una de las computadoras de uno de los detenidos, cientos de fotografías de colmillos de jaguar en dijes para collares, están adornados con oro, plata, etc.”, dijo Núñez.
“El jaguar está siendo perseguido por una red de traficantes chinos,
en coordinación con bolivianos, para matar al animal, para que se le
arranquen sus colmillos, sus garras y testículos, que en el mercado
Chino se cotizan a precio de oro, ante la fama de que supuestamente
aumenta la potencia sexual de los hombres y cura enfermedades que la
medicina científica no puede aliviar”, publicó en una investigación
especial el diario boliviano El Deber.
Desde abril hasta noviembre de 2016, la dirección general de biodiversidad y áreas protegidas realizaron 11 incautaciones de colmillo de jaguar con destino a china, de esa cantidad 10 estaban relacionados con ciudadanos asiáticos.
A estas afirmaciones se suma la bióloga y especialista en conservación y manejo de vida silvestre Ángela Núñez Quiroz, que lanzó la alarma a los medios extranjeros, asegurando que debido a los crecientes vínculos comerciales entre Bolivia y China llegaron al país un gran número de ciudadanos chinos que fomentan la caza ilegal del jaguar y crean redes de tráfico ilegal.
Las evidencias con las que sustenta su afirmación son el hallazgo de 300 piezas, en 16 envíos, decomisadas por el correo boliviano desde 2014. En todos los casos, los paquetes tenían como destino China y 14 fueron enviados por ciudadanos chinos que trabajan en Bolivia.
También manifestó que la mayoría de los procesos iniciados por la comercialización de pieles o dientes de animales como el jaguar tienen como responsables a ciudadanos chinos que viven en el país y atacan principalmente en Beni.
Núñez añadió que las personas que se dedican a esta actividad ilícita operan incluso en áreas protegidas como el Madidi y que el destino de estas piezas sería principalmente China.
¿Qué hacen los ciudadanos chinos con esos colmillos o pieles?
Los jaguares son usados principalmente para ornamentación y como afrodisiacos.
“Se pudo ver en una de las computadoras de uno de los detenidos, cientos de fotografías de colmillos de jaguar en dijes para collares, están adornados con oro, plata, etc.”, dijo Núñez.
En febrero de 2018, dos ciudadanos chinos, Li Ming y su pareja, Yin Lan, fueron enviados a prisión luego de ser imputados por la comisión de los delitos de destrucción o deterioro de bienes del Estado y la riqueza nacional.
La responsable del Departamento de Biodiversidad de la Gobernación, Cinthia Asin refiriéndose a este decomiso dijo que no tenía precedentes: “no se había decomisado anteriormente tal cantidad”, y añadió que “hacerle seguimiento a esta red de personas, le llevó meses a personeros de la Gobernación y a la Policía”, según el diario boliviana El Deber.
Este diario, entrevistó a Jesús, un cazador local, que fue visitado por 2 ciudadanos chinos en su casa del Sena (departamento de Pando de Bolivia) en septiembre de 2016 para ofrecerle 215 dólares por cada colmillo.
Teresa Pérez, directora de Biodiversidad y Áreas Protegidas, empezó su guerra el 2014 de una manera puntual: hizo seguimiento a ciudadanos chinos porque sus investigaciones le revelaban que eran chinos los que encabezaban la ilegal actividad.
Realizó el allanamiento al domicilio de un ciudadano chino en el turístico pueblo de Rurrenabaque (Beni) y cree que con ello obtuvo uno de los hilos conductores del tráfico de colmillo de jaguar. Pero también lamentó, no contar con el apoyo de la justicia, cuyos jueces y fiscales hicieron desaparecer muchas pruebas que incriminaban a los investigados.
Rodrigo Herrera, que trabaja junto con Teresa Pérez, recuerda que la computadora y el material gráfico que se le incautó al ciudadano chino en Rurrenabaque ha desaparecido, dejando así dudas del proceder del sistema judicial, o por lo menos de la cadena de custodia de esos materiales.
Cazadores como Jesús, desconocen las leyes bolivianas que sancionan con cárcel de hasta seis años a quien cace animales silvestres en estado de vulneración. El jaguar que habita en tierras bolivianas esta en esa condición, según lo asegura El libro rojo de la fauna silvestre de los vertebrados de Bolivia, (edición 2009).
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