PAMPLONA. Agentes de la Policía Foral adscritos a la Brigada de
Protección Medioambiental han imputado recientemente a un vecino de Olitede 25 años como presunto autor de un delito de maltrato animaldoméstico.
Los
hechos sucedieron el lunes por la tarde, cuando varios miembros de la
brigada patrullaban las cercanías de la localidad y un vecino les alertó
de que hacía pocos minutos había escuchado tres disparosen un
paraje cercano. Los agentes se desplazaron hasta el lugar, donde
detectaron un vehículo detenido con una persona dentro y un perro
pululando a su alrededor.
Al llegar a la altura del turismo, los
policías observaron que en el asiento trasero del vehículo se encontraba
una escopeta de caza y varios cartuchos. Inicialmente, el joven relató a
los agentes que estaba paseando al perro y que iba a llevar el arma a
reparar, ya que estaba estropeada. Los policías sospecharon de su
versión y comprobaron que el arma había sido disparada recientemente.
Finalmente, el hombre admitió que se había desplazado hasta allí para
matar dos perros “que no servían para cazar”, y que de hecho acababa de
matar y enterrar a uno de ellos.
Los agentes rastrearon la zona y
encontraron un charco de sangre con restos de un cartucho de caza
similar a los que portaba el sospechoso, quien llevó a los policías
hasta el lugar donde había enterrado al perro.
Tras desenterrar el
cuerpo del animal, los agentes comprobaron que presentaba un orificio
de bala en la cabeza, e inmediatamente dieron aviso al Grupo de
Investigación Medioambiental (unidad de Policía Foral especializada en
la investigación de este tipo de delitos).
Finalmente, se imputó
al joven como presunto autor de un delito de maltrato de animal
doméstico y se le denunció por una infracción administrativa a la Ley
8/2003 de Sanidad Animal por “el abandono de animales o de sus cadáveres
que entrañen un riesgo sanitario para la sanidad animal, para la salud
pública o contaminen el medio ambiente, o su envío a destinos que no
estén autorizados”. Se trata de una infracción grave que puede conllevar
una multa de 3.001 a 60.000 euros.
Además, se retiró arma de
fuego utilizada en los hechos para su depósito y (al tratarse de una
conducta inadecuada en su utilización) se solicitó a la Delegación del
Gobierno en Navarra la revocación del permiso.
Se ocupa de las diligencias el Juzgado de 1º Instancia e Instrucción número 1 de Tafalla.PAMPLONA. Agentes de la Policía Foral adscritos a la Brigada de
Protección Medioambiental han imputado recientemente a un vecino de Olitede 25 años como presunto autor de un delito de maltrato animaldoméstico.
Los
hechos sucedieron el lunes por la tarde, cuando varios miembros de la
brigada patrullaban las cercanías de la localidad y un vecino les alertó
de que hacía pocos minutos había escuchado tres disparosen un
paraje cercano. Los agentes se desplazaron hasta el lugar, donde
detectaron un vehículo detenido con una persona dentro y un perro
pululando a su alrededor.
Al llegar a la altura del turismo, los
policías observaron que en el asiento trasero del vehículo se encontraba
una escopeta de caza y varios cartuchos. Inicialmente, el joven relató a
los agentes que estaba paseando al perro y que iba a llevar el arma a
reparar, ya que estaba estropeada. Los policías sospecharon de su
versión y comprobaron que el arma había sido disparada recientemente.
Finalmente, el hombre admitió que se había desplazado hasta allí para
matar dos perros “que no servían para cazar”, y que de hecho acababa de
matar y enterrar a uno de ellos.
Los agentes rastrearon la zona y
encontraron un charco de sangre con restos de un cartucho de caza
similar a los que portaba el sospechoso, quien llevó a los policías
hasta el lugar donde había enterrado al perro.
Tras desenterrar el
cuerpo del animal, los agentes comprobaron que presentaba un orificio
de bala en la cabeza, e inmediatamente dieron aviso al Grupo de
Investigación Medioambiental (unidad de Policía Foral especializada en
la investigación de este tipo de delitos).
Finalmente, se imputó
al joven como presunto autor de un delito de maltrato de animal
doméstico y se le denunció por una infracción administrativa a la Ley
8/2003 de Sanidad Animal por “el abandono de animales o de sus cadáveres
que entrañen un riesgo sanitario para la sanidad animal, para la salud
pública o contaminen el medio ambiente, o su envío a destinos que no
estén autorizados”. Se trata de una infracción grave que puede conllevar
una multa de 3.001 a 60.000 euros.
Además, se retiró arma de
fuego utilizada en los hechos para su depósito y (al tratarse de una
conducta inadecuada en su utilización) se solicitó a la Delegación del
Gobierno en Navarra la revocación del permiso.
Se ocupa de las diligencias el Juzgado de 1º Instancia e Instrucción número 1 de Tafalla.
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