La India está viviendo una gran indignación ante los últimos casos de violaciones de niñas que han dominado los titulares en las últimas semanas a pesar de que el país endureció las leyes para perseguir este tipo de delitos, de los más frecuentes en el gigante del sur de Asia.
Una adolescente de 17 años está luchando entre la vida y muerte en el hospital después de haber sido violada, rociada con gasolina y quemada viva, anunció la policía local. “La niña sufre quemaduras de primer grado en el 70% de su cuerpo”, afirmó a la agencia AFP un agente de policía del distrito de Pakur en el estado de Jharkhand, en el este del país, Shailendra Barnwal.
Las fuerzas de seguridad han llevado a cabo la detención de un joven de 19 años que vive en el mismo barrio que la víctima de 17 años. “Le echó queroseno a la niña y la quemó”, detalló Barnwal.
El ataque ocurrió el viernes, el mismo día y el mismo estado donde se produjo otro episodio similar que ha conmocionado a la opinión pública. Una adolescente de 16 años del distrito de Chatra también fue quemada viva tras ser agredida sexualmente. La menor fue secuestrada de su casa el jueves pasado mientras su familia asistía a una boda. Y fue violada en el bosque.
Más tarde, los padres de la joven se quejaron sobre el suceso ante el consejo de la aldea, que ordenó a los dos acusados que indemnizaran a la familia con una multa de 750 dólares cada uno y les condenó a realizar 100 abdominales. Furiosos con el castigo, los sospechosos (entre ellos el jefe del pueblo donde ocurrió la agresión) pegaron a los padres y quemaron su casa con la niña dentro.
Los informes de ataques sexuales a niños han dominado los titulares en las últimas semanas, lo que ha provocado una gran conmoción en todo el país. Estas tragedias se producen como resultado de una serie de casos de violencia sexual en la India, a pesar del endurecimiento de las leyes sobre la materia.
El gobierno ha presentado recientemente la pena de muerte para los violadores de niños menores de 12 años después de la violación en grupo y asesinato de una niña musulmana de 8 años en Kathua en Jammu y Cachemira, en el norte del país, por aldeanos hindúes. El caso avivó el conflicto étnico entre hindúes y musulmanes que vive la región.
Unos 40.000 violaciones fueron reportadas en la India en 2016, pero el número sería mucho mayor debido al silencio que rodea estos crímenes en una sociedad que aún es muy patriarcal.
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