La Guardia Civil investiga la posible relación de seis cazadores con una oleada de envenenamientos de perros en zonas rurales de Benissa, Teulada y Calp en
los últimos meses. El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona)
de la Benemérita ha levantado varias actas administrativas en Benissa y
Teulada contra seis personas relacionadas con la práctica cinegética,
por la posesión no autorizada de productos fitosanitarios muy tóxicos.
Así mismo, se está esperando el informe del laboratorio para determinar
si los productos incautados pudieran haber sido utilizados como veneno
en varios cepos de zonas rurales de estos municipios.
Según las denuncias presentadas ante la Guardia Civil, fueron al menos, nueve los perros fallecidos, y otros cinco los envenenados que sobrevivieron, entre los meses de marzo y abril de este año, aunque no se descarta que haya más perros afectados cuyos dueños no hubieran interpuesto denuncia.
El
Seprona ha llevado a cabo una investigación relacionada con una serie
de intoxicaciones por envenenamiento de varios perros, ocurridos en
zonas rurales de Calp, Teulada y Benissa. Tras sacarlos a pasear por
esas zonas, los propietarios veían cómo su perro, transcurridos unos
minutos, comenzaba a convulsionar, padecían de un fallo respiratorio y,
en los peores casos, fallecían al instante.
Los
agentes recabaron datos, tomando muestras biológicas de los animales
fallecidos, y localizando los cebos envenenados haciendo uso de un perro
especializado en detectar este tipo de cebos, traído del Servicio
Cinológico de El Pardo (Madrid). Las pesquisas llevaron a los agentes
hasta cuatro casetas de aperos, tres en Benissa y una en Teulada, cuyos
propietarios están vinculados a la práctica cinegética.
En
todas las casetas encontraron escondidos insecticidas no autorizados y
caducados, de alta toxicidad y letalidad, siendo el más destacado el
Aldicarb, cuya simple exposición da lugar a síntomas similares a los
descritos por los dueños de los perros envenenados. Cabe destacar que
esta sustancia, tiene una capacidad para matar, con tan sólo 1,5 gramos, a 500 zorros o 15.000 cernícalos, e incluso provocar la muerte en cadena de otros animales que comieran el cadáver.
La
adquisición de estas sustancias plaguicidas las pudieron haber obtenido
de un establecimiento clandestino de la localidad de Benissa,
inspeccionado por el Seprona junto a la Consellería de Agricultura, y en
el que se hallaron más productos fitosanitarios sin autorización para
su venta, sin trazabilidad, caducados y muy tóxicos.
En
las casetas, además, se descubrieron varias trampas y cepos prohibidos
para su uso cinegético, aves fringílidas y jilgueros careciendo de su
autorización, y hasta 51 perros de caza (uno de raza peligrosa) sin
vacunar y sin identificar, por lo que también se procedió a la
correspondiente denuncia administrativa.
Investigación
El Seprona continúa con las investigaciones, pendientes de que a estas seis personas se les pueda imputar un delito relativo a la protección de la flora y fauna, y un delito de maltrato a animal doméstico, dependiendo de los resultados que arrojen los análisis de las sustancias incautadas
Noticia de: www.diarioinformacion.com
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